El día 14 de junio, a punto de cumplir noventa y dos veranos, fallecía en Huesca Joaquín Ortas Casajús. En un año en el que la AESVM celebra su cuarto de siglo justo y bueno es que dediquemos una memoria agradecida a quienes fueron sus parteros, y Joaquín fue uno de ellos. Primer Secretario General de la Junta Nacional, a él se debe el Reglamento que desmenuza y hace mucho más digeribles los enunciados de nuestros Estatutos. Como abogado, fue asesor y consejero en la aplicación de los apartados de su texto. En “El Abeto” dejó en repetidas ocasiones sus sugerencias, opiniones y doctrina bajo el pseudónimo de “Col de Mileto”, con el que escondía su excesiva modestia. Y “El Abeto” publicó un día, con orgullo, que a su notable colaborador le había sido impuesta la Medalla de Oro del Excmo. e Ilmo. Colegio Oficial de Graduados Sociales de Zaragoza.
Joaquín siempre demostró un gran afecto hacia las FAS y a la montaña. Como recluta fue de los que inauguraron el campamento de Igriés en una época dura en la que se carecía de casi todo. Después ejercería como escribiente en las oficinas de la División de Montaña Nº 52 de cuya época guardaría buenos recuerdos que él personalizaría en la figura de su Jefe el General López Valencia al que admiraba. La División 52 de Montaña estaba entonces, dato para la Historia de Huesca, en la casa que llamaban de los Lapetra, ya desaparecida, situada en los pares de la calle Zaragoza, así conocida por ser la casa de la familia de los Lapetra, jugadores del Real Zaragoza Carlos y Ricardo, el primero del equipo nacional.
Los reportajes gráficos dan fe de su presencia en varios de los encuentros con nuestros compañeros de la Federación Internacional. En los documentos de la Asociación Española de Soldados Veteranos de Montaña quedan huellas de su paso y en nuestros corazones el dolor de su ausencia. En la certeza de que la muerte no es el final, nuestra esperanza.
Félix Generelo
