NECROLÓGICA: General Díaz Losada

Si tuviera que dar la noticia a los componentes de la ORSEPRO (Organización de la séptima Promoción de Infantería) les diría simplemente: “ha muerto Pistol”. Con ese sobrenombre, que le venía ya del Colegio de Huérfanos de Militares de Carabanchel, y por su sencillez, bondad y altísimo grado de compañerismo, siempre dispuesto a ayudar al que lo necesitase, conocíamos todos a Ángel Díaz Losada. ¡Ah! Y por sus dotes artísticas como extraordinario dibujante, de cuyas viñetas artísticas y de humor dan testimonio las revistas académicas y diversos trabajos dedicados a sus compañeros. Y le queríamos. 

A los miembros de la AESVM, les comunicaría, les comunico, que ha muerto uno de sus socios fundadores. 

Y a todos: “Ha muerto un gran soldado. El General de Brigada de Infantería, Excmo. Sr. D. Ángel Díaz Losada”. No cabe echarle la culpa al Covid 19, que sí fue la causa, porque al fin y al cabo no es más que una de las etiquetas que se ponen a los que van o vamos pasando al destino final. Ángel cumplió su ciclo vital con sobresaliente. Vivió, amó y cumplió como esposo, padre, y abuelo así como servidor de la patria, con escrupuloso sentido del deber, a través de sus distintos empleos con títulos, de esquiador, escalador, guerrillero, especialista en carros, poseedor de idiomas, etc. 

Ángel nació en Vigo el 20 de agosto de 1930. Después de pasar por el Colegio de Huérfanos donde hizo el Bachiller y la preparación para ingreso en la AGM. De ella salió, teniente en diciembre de 1952, siendo destinado a la Agrupación 13 de Cobertura del Pirineo. Al concentrarse las unidades de vigilancia de la frontera el año 1953, su Regimiento pasó a ocupar el cuartel de Sabiñánigo. El teniente Díaz Losada fue protagonista y organizador de las fiestas de la Patrona en una época en la que el patio del acuartelamiento, cerrado con los carros regimentales, carros de mulos se entiende, se convertía en el ruedo o la arena donde los soldados aficionados al toreo, mostraban sus habilidades ante unos bravíos becerros. Documentos gráficos hay que lo atestiguan.

Su empleo de comandante lo desarrolló ocupando el puesto de S-3 del Batallón de Alta Montaña Gerona VIII de guarnición en Huesca.  

De teniente coronel estuvo destinado en Tarifa, para pasar, al ascender a coronel a ser Gobernador Militar de Huelva.

Ya como general le cupo el honor de sustituir al General Garrido, de feliz memoria para los montañeros y víctima de ETA, como jefe de la Brigada de Cazadores de Montaña y Gobernador Militar de Guipuzcoa.

Los años de General en la Reserva los pasaría en Huesca donde podría, junto con su esposa e hijos, rememorar su larga vida de servicio.

Hoy se nos ha ido. Ha salido en busca de Mati su esposa y fiel compañera que le precedió hace apenas un año. 

A mí, más que rogar por él. se me ocurre pedirle: “Ángel: guárdanos un puesto a tu lado”. Me escuchará, ¡seguro! 

Los recordaremos siempre. Hoy damos el pésame a sus hijos y nietos y a su hermano, también compañero de armas.

Generelo 

Jóvenes tenientes. Montañeros con historia (En el campamento de reclutas de Senegüé (Huesca)

De izqda. a dcha.:

Ángel Díaz Losada. General de Brigada

Manuel Gordo Gracia. Gral Jefe de la Brigada de Alta Montaña Teniente Antonio Polanco Mejorada. Caído con honor en Ifni. Dio nombre a una escuela en Sabiñánigo (Huesca)